Las placas base ASUS Z790 cuentan con un software y un firmware exclusivos que aprovechan el aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial (IA) para ampliar los límites del rendimiento.
Desde el momento en que se enciende el sistema, los microcontroladores integrados hacen un seguimiento de la temperatura y la telemetría de frecuencia para medir las capacidades únicas de la CPU y la refrigeración del sistema. Los datos resultantes se pasan por un avanzado algoritmo codificado por expertos para ofrecer resultados de «overclocking» en los que pueden confiar tanto los usuarios principiantes como los más expertos.